Esta noche es de cabos y de esperanza profunda,
de postulados barrocos e intentos supuestos a
dedos aturdidos a la arena de mar enajenada e
irreflexiva, exhalando prosa de cada cigarrillo.
Desierta aliada en bálsamo unida a diatribas, de
entre promesas el abogo indómito de adeptos que
desatan y deshidratan la luna para volverla tenue
y curvilínea y exótica, cíclica de ojos cristalina.
Esta noche es de cabos y de esperanza profunda,
de intentos barrocos e incendios de mil esquinas,
cuatro lunas, una muerte, coloquio de política
y una sola de mis vidas.
Ausencia de la noche virgen, herida de poblados
soñolientos, deseos extensos y corazones sollozos
con la mitad del mundo escuchándonos, también
hay muchos muertos hablándoles a los gatos.
Esta noche es de cabos y de esperanza profunda,
de amantes que beben de su senos y de sabanas
blancas que aguardan dulzura y muerte en el
recuerdo tembloroso de su rosa cegada.
A mí novela Rosa Cegada:
Mis postulados, mis diatribas, mi narrativa y prosa también es mí propuesta entre convicciones y mil locuras: es un eslabon para inciar el socialismo. En tal caso sí hay poesía, política y narrativa; vino y cigarrillos amaré por siempre a mi Ambrosia y a su rosa cegada.