Lejos de
cualquier estereotipo de ciudadano, en sociedad conservó manías que lo hacían
parecer un vecino modelo. Siempre asistió a los estadios con la intención de
ver a su selección nacional de futbol, incluso sino podía, los miraba por
televisión. Nunca se mostró indispuesto a dar asiento en el bus a una mujer en
estado en gestación. Constantemente escuchaba noticias nacionales e
internacionales. Con sus conocidos opinaba sobre coyuntura y a veces por no
despreciar los temas, también solía comentar de farándula.
Siempre
votó nulo, toda su vida se confesó con el párroco. Le pareció absurdo no hacer las
mismas cosas que sus seres cercanos. Consideraba de mal gusto obviar la
injusticia, pues también sus amigos pensaban similar. Cuando bebía con ellos, coincidía
que a cada uno le disgustaba el alza a los impuestos, pero nadie hacia nada a
pesar de la descarada corrupción. También les disgustaba la decadente técnica de
los jugadores al no completar los pases y que estos jamás se convirtieran en
gol.
A pesar de
los pesares y de mimetizarse en sociedad, nunca participó en marchas públicas,
ni apostó por su equipo de futbol local, siempre pensó que los demás eran mejor
que él, los suyos o sus conocidos. Tampoco se creyó inferior a nadie, sabía que
todos manejaban prejuicios, orgullos y lamentos. Casi todo cambió desde que le disgustó dar lugar a las mujeres en estado de
gestación en el servicio de transporte, porque jamás una mujer se dignaba dar
ese lugar, conociendo ese estado.
Lejos de
golpearse el pecho por ser hijo del pueblo, se limitó a observar mientras le
tocaba trabajar, estudiar y llevar la comida a su hogar. Fue hijo, esposo,
padre y amigo espectacular, conoció la lealtad y la fidelidad, sabía definirla
a plenitud, aunque no la practicó a cabalidad, no se mostraba culpable por ello, pues
así suelen ser todos, hasta que tienen a quien culpar y juzgar.
Trabajó como
nadie, como todos suelen hacerlo, con mucha visión, sabiendo que sin capital en
este sistema es como un juego de azar. Supo que jamás lograría nada, pero su
afición por el futuro, lo llevó a sobre vivir la situación. Pasado el tiempo y
con la cabeza llena de pensamientos, se accidentó en el auto en pleno centro histórico, en el área peatonal . En el lugar quedaron 50 heridos, 18 muertos y la fachada de la iglesia destruida. Los titulares evidenciaron lo que los videos y fotografías decían por si solas. Se argumentó que lo sucedido fue una catástrofe civil y el culpable era solo una persona, quien fue apresado y pronto sería oficialmente juzgado...
#NeverMore
Alejso