Le resultó curioso caminar, desconociéndose sensible al notar las hojas de los árboles, caerse; al percatarse de las aves haciendo piruetas entre el cemento; al escuchar las voces, en medio de otras voces; Al sentirse, en el medio del dolor de otras gentes; al abatirse con el horizonte, distraído por un instante. Pensó en ello e indiscreto, rondó sitios extraños. Y como extraño, entre extraños, resolvió continuar el camino, sin saber que los demás, en algún momento, sintieron lo mismo.
jueves, 20 de febrero de 2014
Diario de un transeúnte
Le resultó curioso caminar, desconociéndose sensible al notar las hojas de los árboles, caerse; al percatarse de las aves haciendo piruetas entre el cemento; al escuchar las voces, en medio de otras voces; Al sentirse, en el medio del dolor de otras gentes; al abatirse con el horizonte, distraído por un instante. Pensó en ello e indiscreto, rondó sitios extraños. Y como extraño, entre extraños, resolvió continuar el camino, sin saber que los demás, en algún momento, sintieron lo mismo.
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2 comentarios:
Me ha gustado degustar este escrito nostálgico, que acaricia las palabras y las convierte en suaves murmullos...
Un placer visitarte.
Un abrazo.
José.
Te sigo...
muchos sentimos lo mismo ... alguna vez por encima de esas hojas
con el dolor de lo que nos rodea
pero siempre en el camino
besitos Ambrosia
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