Éramos tan genuinos como la lectura de
Gabriel García Márquez “Historias de mis putas tristes”. No como él la cuenta,
porque dudo tanto que un viejo —el de la trama— no haya desvirgado a la puta
virgen. No, no hablo de la historia en sí. Me refiero a nosotros, los que éramos
—hace nada, escasos días— consecuentes. Pienso en eso, porque hoy que es el cumpleaños
de Márquez resulta que medio mundo lo ha leído. Y, eso es una vulgar mentira,
es una publicidad que ha llegado a sus oídos o una foto compartida en una red
social.
A nosotros —mis amistades, quienes compartimos
libros y una que otra revistita, simplemente nos gusta leer y eso que en “nuestra
comunidad” no hay escritores, esos casi no leen, solo hay abogados, auditores,
periodistas, venderos de motocicletas, de carne y pollo. Por eso decía, éramos genuinos
—el tiempo aquí es relativo—, porque hoy que es el cumpleaños García Márquez no
necesitamos buscar frases de él en internet, ni decir, de alguna manera, presumiendo,
que lo leemos. Aunque reitero, en lo particular, no me entusiasmo por esa moral que García Márquez enlató en 165
hojas. Esa literatura que llaman, historia casi genial, casi increíble, entre
otras.
No sé… pero cuando se trata de
recordar y de quedarme sin aire al desahogarme, también recuerdo al viejo Rojas
con su “A” de asma. AAAAA, tanto me agrada comprenderlo y olvidar ciertos
momentos.
#GolpeDeSuerte IV
© Alejso
No hay comentarios:
Publicar un comentario