viernes, 27 de agosto de 2010

De tu ombligo se puede beber

Tu ombligo es el medio sutil
Y el valor de mis informes necios,
El vacio que beso y la sensación
Provocada de vivirte en sueños.

Lo nuestro se puede beber
En una caricia sola
o de camino a casa y al oír tu voz
Al alimentar tu ternura
Al meterme en una parte de tu cuerpo
Y filosofar de un agudo destello.
Nacida en perpetuidad
La razón que calculas no se aparta
Pero nos liberta y nos atrapa.

¡Todo se puede beber!
En una similitud que hallo por cuotas:
Porque al salir volando, beso tu ombligo.
Sí, de tu ombligo se puede beber;
En la mañana, en la noche, en la brisa
En los días cuando sonrío, lloro
Y predatoriamente
Asociamos que es mejor besarnos.

De tu ombligo se puede beber
Los secretos del mañana
Y la conquista de tus sueños
Sometida a sensaciones indescriptibles
Porque eres tierna e ingenua;
Una mariposa: Impulsiva plena e intensa.

Te beso en la retórica donde transito
En el idealismo de un instante extremo.
Donde el hacedero es lealtad que defiendo.
¡Todo es tan constante!
Nos bebemos con unos cuantos besos
Al sentir en tu ombligo un silencio intenso.


















Alfonsina Storni
¿Qué mundos tengo dentro del alma 
que ha tiempo vengo pidiendo medios para volar?

jueves, 12 de agosto de 2010

Oicapes

… sería capaz de tanto
de inclinar líneas tenues
de obviar mis fronteras
de cruzarme el país, el continente,
acudir a la esquina y esperarte.
Atravesaría el lúdico suicidio,
paradoja ecuménica de metaforizar
mis manos e ir infiriendo
en el eje de tu cuerpo.

Sería capaz de zurcir la tela
de cuadros que te agobian,
alegran, enamoran, de inflar
símbolos, dividiendo frases
exuberantes de las comunes.

¡Sería capaz de tanto!
Ahora que he roto estereotipos,
que soy catador de vinos
y sé degustar el añejo
de juventud suntuosa de tus ojos.

Sí, sería capaz de amarte
de observar al estilo impresionista que halagas,
mientras el surrealismo de Dalí,
ambientaría la temperatura de tus palmas
el mimo de las palabras,
para dejar en libertad tus pezones que beso
y tiritan por el estertor tibio de mi sangre.













Gustave Flaubert
Ten cuidado con tus sueños: son la sirena de las almas. 
Ella canta. Nos llama. La seguimos y jamás retornamos.