sábado, 29 de octubre de 2011

Ambrosía, mes de octubre de 2011


Son extrañas estas letras aunque las reconozca, si bien cada quien las puede tomar, estas saben distintas, ya sea porque las lea distinto o porque alguien las pretenda diferente. Si acaso estas letras adquieren otro significado, será que soy inexacto y porque cada mirada tiene un poco de mi, a lo mejor indiferente.

Existen tantas formas para conjugar las letras y por ende cualquier otra cosa indistinta. Pero ¿Por qué se vuelve una revelación o un pronóstico cuando se espera lo mismo siempre?... Con el tiempo se va al encuentro del asombro, pero no todos están dispuestos a darse hormonalmente tanto, tanto como la lucidez y sus ensayos.

A veces, profusas veces las letras es una respuesta y eventualmente un deseo de expresar, por ello no pido una respuesta a todo esto, sólo espero alguna imagen a posteriori. Pido tan poco, algunas cositas, a veces solo busco decir, sino siempre, si por lo regular… no sé, pero esta vez, en gran medida las letras me justifican.

Hace unos días y a propósito de que no sólo estas letras las pretendo diferente, me plantee ver una vez más a Krauske. Ella sabe que quiero todo o nada, que mi idioma caducó, que me gusta tener la necesidad de converger en esa aventura que nos unió y en esa sonrisa que me regaló, me gusta tener su conflicto en la lucidez.

Hace siete meses que no toco sus manos, que no la abrazo y me hace falta, tengo la necesidad de pensar en más nada. De conocer su libertad, sus besos, su compromiso a medias. Lo hermoso sería acortar estas horas que nos separan. No es el tiempo lo que me ocupa, es no estar con ella ahora mismo. Insisto, me parecen extrañas estas letras aunque las reconozca.

Un mes después de regresar a casa, en abril de 2011 tuve la sensación que ahora tengo, quedé con la intención de verla nuevamente, aunque el contacto con Krauske tardo poco. Por alguna razón sus palabras se convirtieron en huellas que luego fui reuniendo en letras, no diría que relativamente, pero sí creo que con algunas cosas pendientes. Mientras me regocijo, quiero llenarme de ella y que sea consciente de lo que quiere, porque corro el riesgo –sin temor– que sea sólo el momento.

 Il ne faut pas de m´expliquer, 
 parce-que de moi beaucoup tu sais.
Han pasado meses, jamás sabré el pasado, ni la respuesta que buscaba. Me gustaría cambiar de idioma, de costumbres, de casa, de no dejar más al tiempo mis decisiones y por fin darme cuenta que el tiempo solo seduce, pero no aligera, todo es imagen reiterada, donde me veré observando las confusiones que a veces arrastran, aunque lo que será o no fue quede esperando por siempre.

Por tal razón, anoche hablaba con mi padre y me dijo que no pensara más nada, que actuara, que por trillada que parezca la vida, tan solo tenemos una. Que caminara y que no olvidara que él y yo nos pertenecemos diametralmente divergentes, pero que no fragmentara la promesa que hicimos sin jurar un 5 de julio de 1998 cuando vivimos el cuerpo inerte de mi abuela. Desde entonces comunicamos lo aprendido y hacemos de esta existencia cosa distinta. Además lo hacemos para que pueda re transmitir –cuando transcienda mis espermatozoides– como ahora que inicio, como ayer, como soy,  como cada día… Es sólo que a veces ya no me reconozco, me sucede así cuando escribo algunas letras como éstas, reunidas. 

Alejso 

sábado, 22 de octubre de 2011

¡Qué suerte la mía!











Quiero, se lo he dicho al universo, ser la palabra
cuando dices, tómame de la mano, compremos un helado,
miremos una película el domingo por la noche o
no vayas a trabajar, es lunes, qué importa fin de mes.

Quiero y que tú quieras es suficiente, y de eso
tengo mil y un ejemplo para darnos libremente.
Anhelo juntos hacer los siempre por la constancia
de los puedo y pactar la verdad de pertenecernos.

Quiero creer en el tiempo que no transcurre,
y en la paciencia que no se hace de la costumbre,

Quiero ser la libertad que preconizas, la sonrisa y el
acuerdo que me justifica en tus conversaciones a diario.
Quiero, aunque no es mi intención y así lo fuera, qué
todo esto fuera un pretexto para intensificarnos.

Quiero ser de ti el confidente cuando tus sueños
aterrizan y solamente decirte en la noche / en el día,
qué me gusta escribirte como si dejara algún rastro
cuando camino en solitario por las tardes a casa.

Quiero ser la palabra que te acompaña o solamente
sentirte al amanecer un día no muy lejano y así decirte…
qué bien saberte aquí… ¡qué suerte la mía! 


Escúchame...

jueves, 20 de octubre de 2011

Aunque no estemos

Sea como sea
y conforme los días pasen,
dejaré una mirada en la tarde
para que te detengas
y formes el tibio final del día 
y
aunque esos días pasen
y se jacten de ser iguales
y todo se repita en las noches
y duermas sin motivos,
te contaré los cabellos y
la capacidad de volver a cero.
Pero, será solo mientras vuelva
porque aunque no estemos
y yo siga maravillado de las tardes,
mirar el mismo sueño
no será igual a nuestros días.
Sea como sea
dejaré una mirada en la tarde
para que te detengas y formes
el final del día… aunque no estemos. 

La suma de todo es lo que vamos siendo y como nos van reconociendo
Escúchame...

sábado, 15 de octubre de 2011

Amor vení

No sabés de este porcentaje de razones
Ni del momento que me sucede cuando venís.
¡Cuánto ignoras de mí!
Sólo sabés mis palabras.
No tenés idea,
Sólo sonreís, solo decís, sólo me mirás.
No lo sabés,
Ni tenés idea,
pero cuando estás, algo de mi cambia,
cuando te vas, algo de mí se transforma.
No lo sabés
ni tenés idea.
No sé, no sé a dónde he ido
No sé, me lo han contado.
En ti
todo lugar me lleva
y se aloja en tus manos,
Incluso,
a lo extenso de ti,
por eso a lo largo de mis días,
cualquier modestia tuya tiene un aroma en mí.
No sabés, sólo mis palabras observas.
No, ni tenés idea.
Sólo sabés que digo Amor vení, y pronto venís.
No, no lo sabés… pero me basta.

Je suis amoureux de toi
Amor vení
Escúchame


miércoles, 12 de octubre de 2011

La calle Santander


A veces 
la casualidad es haber estado 
adivino, siempre llueve así / sin fin e inicio.
He andado por todos lados, pero curiosamente todo me devuelve al final de la calle Santander. Ese lugar está lleno de dichas, de enamorados, de forasteros, de la visita obligada. Está lleno de personas que todo les importa, está lleno de amor, de tiempo, de la soledad que algún día no importaba, de la niñez que todo adulto obvia con los años.

La calle Santander es igual a Trefligan, allá he hecho el amor, he formado lo que dice el tiempo cuando los años simplemente parecen no irse y entre un hombre y una mujer florece como magia y entre todos los días amanece, porque es eterno. Este lugar es como un copo de frío refrescando el verano, es el invierno, es las flores, porque siempre es primavera y nada ni nadie se agota.

El idioma que aprendí allá es el avatar que me transporta, es la curiosidad que me devuelve al pasado y resuelve lo que conquisté y no es más para mí; Me hace ameno el presente y me hace revivir, porque allá nadie es la rutina de lo igual; Me habla del futuro y me dice que todo es ahora; Aunque lo presienta, ese lugar me hace obviar que la vida es desleal como la historia y como se ha formado.

Desde la primera vez que fui a la calle Santander me suceden días de diversos colores, de distintos amaneceres y de todas las veces que desperté solo y acompañado. He andado por todos lados, porque allá sólo el tiempo, sólo el sexo es igual; Allá nada basta, allá todo nos ocupa. Ese lugar se vuelve agua al atardecer para esperar la noche y se entrega para ahogar la duda, porque desde entonces le da calma a todo. 

Alejso 


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martes, 11 de octubre de 2011

Blablabla...

He estado ocupado, pero lo bloguero no se me quita.

BlablablablablaBlablablablabla
Blablablablabla
Blablablablabla
Blablablablabla
Blablablablabla
Blablablablabla
Blablablablabla
Blablablablabla
Blablablablabla
Blablablablabla
Blablablablabla
Blablablablabla
Blablablablabla
Blablablablabla
Blablablablabla

Hasta ahora bloguer@S°°°°°°°°°°°°


martes, 4 de octubre de 2011

Te lo prometo No juro

Si acaso estas palabras
tocan tu boca, y tu boca toca
mis dedos, regresaré de lejos.

Si acaso vuelvo con las manos vacías,
regresaré un día no muy lejos
restituiré el tiempo con algún Norte,
haré breve lo dicho y olvidaré lo vivido.

Si acaso tenés la razón y además
la argumentas, recibiré tus besos
Y cerraré los ojos.

Si acaso vuelves, gran porcentaje
de mi mismo será una brújula,
y mi cuerpo susurrará te quiero.

Te lo prometo no juro,
si acaso tu boca toca mis dedos,
te aseguro la textura de mis palabras
cuando diga, jamás estuvimos tan lejos.


En la comisura de tus labios tengo apartado una sensación
hecha de recuerdos, es decir, de este momento.
Escúchame