jueves, 28 de octubre de 2010

¡Mira como andas!

En su afán le pienso
con júbilo
con sorpresa y medida
en las caricias que besan
Haciendo alarde
¡Alarde!
A cada que ingresa.
De hecho pensé que a dos pasos
y mientras camina
quería dejar su imagen
en el arquetipo que figura
donde se anticipa al solsticio
que entiende como pasas
Como andas.

Su costumbre es de frente
a indescifrable
y creo como los sentimientos
que su personalidad es el idiolecto.
Su sello el deseo inexplorado
La palabra recién dicha
De emergencia
De ansiedad de llegar corriendo.
De resolver una suma de dos a uno
Entre la mar y la tarde
Con música y sueños propios.

Y mira como andas
en mis ojos.
Y mira mis dedos
como escriben rutas intransitables
donde habita mi mirada
Y se van tiñendo del azul lejano
Y verde de las montañas
Y veo como andas
Desde el amanecer
A cada que arrullo esta idea
De ser irreductible y estar en el instante
De mirar como andas en estas palabras.














Escúchame..

miércoles, 13 de octubre de 2010

En cuanto espero





Esteta soluble de todo lo que busco
Sé que no existes, deja que me calme
Precisa tu tacto, ya no es necesario.
Lujuria y delicadeza: pórtate mal.
Ingresa a la evolución de mis neuronas
Y llena de mí una noche eterna
Negligencia de la tranquilidad:
Estúpida amiga mía, no te burles
Todo es estrambótico pero está concluso.
Cognición de enajenación:
Extracto y estertor de la vida
Entrega mi cuerpo en virtud
A la obediencia de mis venas
A la similitud hallada en sus besos,
En la danza vigorosa que profesa
Cuando se sienta en mi piernas
Y pide que sea eterno.

En el abstracto del mundo soy reiterativo
Es muerte memorizar por pocos y mucho
Porque cuando recordé
Fui raíz oculta
Y cuando vuelve todo es distinto.
Ella hace de este desahogo un destello
Y prescripción de todo lo que quiere.
Entonces me abstengo a no mirar
A sentir y no, a reiterar,
Y no espero nada,  sólo el turno de hacer nada.
Es certera al esparcirse entera.
En la fugacidad, en cuanto espero, confieso:
Me hace suyo y lo sigo siendo.











James Joyce
Las acciones de los hombres 
son las mejores intérpretes de sus pensamientos.

martes, 5 de octubre de 2010

El alma que vivo


En cuanto haya tiempo que respire
No hay nada más fuerte que lo encontrado
Que la paciencia que sonríe,
Sin vestigios como el alma mira,
Sin cuerpo y espacio disipando reiterada
No hay prisa, incluso es luz amando
Porque es sueño que recibo.
Ni un silencio contenido
Olvide que todo es lo que existe

He pedido un deseo
En un solsticio de ilusiones
En un día cualquiera,
Que me lleve a un alma cruzada
Y viva resuelto,
En una sonrisa y un crucero
Que va a donde quiera
A todos lados
En un deseo absurdo, vivo.
Vivo, muerto de recuerdos
Es lo que deseo
Vivir de momentos
En el que nunca muera.