No socorras mi alma
Ni te despeines sola
No nada. No.
No niegues a los que estamos solos
Ni te detengas
no trates
Ni lo olvides
No la olvido
No conozco esa razón
No derives
No nada en propósito.
Tu presencia de hembra
Es un adeudo breve
Mientras suponemos
Tienen
Tenemos
Demasiado por los codos
De llorar,
de reir,
de sentirme
De Sabines,
de mi,
de vos
De lo que dejamos hace un segundo
y de lo que creemos.
Tienen
Tenemos
un pretexto
Y ninguna excepción.
No es molesta una pregunta
Sin razón.
No te preguntes
Ni acudas a nada
No habras las ventanas
No hagas nada
No respondas nada
Tené
Tengamos
Tenemos
La inTención.
Stefan Zweing: Entonces, por primera vez, tenía la sensación
de hablar por mí mismo y por la época.