Amor de 3… una historia de verdad absurda

El amor era bueno, hasta que a alguien –hace mucho tiempo- se le ocurrió vender palomitas de maíz, gaseosas y helados en el cine, además de poner una película romanticona frente a Enrique y Karla y Nati. --Los “y” no están de más, porque los tres iban por separado--. Por supuesto, cada quien fue con su pareja --sí alguno se interesa por los nombres de los acompañantes, jamás serán mencionados, pues con el tiempo ni figuraron y eso que en algún momento fue importante el amor para los tres-- claro, separados de sus parejas.

Como era de suponerse, el amor fue tan bueno para los tres en mención. Tanto que Enrique se escapaba con sus amigos cuando su novia no lo sabía y lo hacía para que ella no muriera de celos. Esas aventuras eran su dicha más preciada, pues lo hacía feliz de noche; Por su parte Karla y su novio eran dos personas correctas, tanto qué se casaron presionados por sus padres al saber que tendrían una bebé no planificada; Nati a los dos meses de conocer a su novio decidió vivir con él y mantenerlo, porque ella sentía que debía ayudarlo a salir de depresión. De paso cumplió con la vida hasta morir, ya que se había propuesto hacer puntitos para que San Pedro en unos años no le negara la entrada al cielo.

La vida para Karla era lo mismo que para Enrique y Nati. Pero Enrique cavilaba diferente, porque él pensaba que una historia como la suya no la podía comprender o tener alguien más.  La noche mientras miraba la película en el cine –hace tiempo-- Nati había decidido no buscarle una quinta pata al gato, lo resolvió así cuando analizó que habían cuantiosas parejas por ahí viviendo sin sentido. A propósito de ello, recordó a su amiga Ana cuando compró un auto y sólo lo conducía el novio, él jamás llegaba por ella al trabajo, aduciendo que no tenía tanto tiempo, pero ella lo consentía con más combustible para que él no cortara la relación. Así Nati vio que lo suyo era más fácil, por lo que optó seguir viviendo con su pareja y no lo dudó, también inició a coleccionar sobres de Té para sus ojos en las noches, los cuales en las mañanas utilizaba para estimularse y empezar con vigor el día. Quizá algún día los herede, pensó.

...y entonces cambié las palabras, pero estas continuaron igual.

Así el amor era tan bueno, pues cada uno de los 3 daba su vida por alguien más y nadie decía nada, todos creen que es mal visto ser soltero o soltera, pues estos especímenes de la sociedad suelen renegar y confirmarse a sí mismos que estar solos es mejor, cosa que ninguno se cree, así lo pensaba Karla, ella jamás estuvo sola, tenía tanto miedo de pensarse así…. Su condición la hacía fumar cigarrillos a escondidas de todos, ello la fortalecía y le redimía de sus culpas, ella no sabía cómo, pero la motivaba.

Ah, por cierto, ese día en el cine –hace mucho tiempo--, los 3 compraron palomitas de maíz, pero sus parejas temían engordar y no comieron, también tomaron gaseosas, pero minutos después los hacía eructar y se enojaban entre sí. La película romántica no lo fue tanto, resulta que el final era feliz…. Inmediatamente finalizó la película, Enrique vio a Karla cuando se paró decidida a caminar a la salida y luego Nati. Los 3 fueron a la calle, uno le pidió fuego al otro para fumar y dos minutos después se despidieron amablemente como lo hacen los desconocidos….  Más tarde en la noche, Enrique salió a festejar, Karla a fumar y Nati no sólo pasó comprando sobres de Té, si no pelotitas de cuero y mimbre para apaciguar su fogosidad y también el stress.

Aquí no hay fin / 

sólo una verdad absurda que gira todo el tiempo muy cerca de usted y de los 3

Ciao...