jueves, 20 de agosto de 2009

en un café

Un sorbo, una conjetura,
un par de razones en la elegancia
de sus ojos, unieron dos naciones.
ocultaron un sendero
…confusamente, una imagen en el café

Sinérgicamente, su olor llegaba a mi cuerpo
el sol dormía y el habla nos desvestía.

La mesa gravitaba en misterio
agobiaba y excitaba, se partió en dos,
parte de ella consumía a la globalización en suicidio,
envolviéndonos en un disfraz que limita en
historias que matan.

La otra mitad nos acercaba a una
soledad grata, a un erotismo que infiere
a una cotidiana ilusión de horizontes diáfanos
con luz extraña de olor lujurioso que nos llego a unir
en el exótico páramo del café que nos envuelve.

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