lunes, 31 de agosto de 2009

El círculo de mis dedos tristes

Vos eres el recuerdo y el avatar de mis dedos tristes aunque intento, no logro tomarte en los rituales que profanaban mis labios gruesos a una viscosidad delgada y profunda de tu ser.

Todo mi silencio es el agujero en el aire, duerme en mi boca cerrada …en ella se confunden miles de voces y calla en la cuarta dimensión cuando cabalgo en el atardecer de su alma.

Atardece, soy un legionario que sale a luchar dispuesto a encontrar un revés en el sonido grave que postra la noche sobre estos días inconclusos jorobado, observo al cielo; le busco, deletreo mí nombre, que me separa de otras mentes y algunas piedras. Sólo entonces vuelve mi cara y su voz tenue ya no me lastima. Sos, solo el recuerdo y el avatar circular de mis dedos tristes.

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