domingo, 20 de marzo de 2011

Poema al margen del papel




Se acuna en la floresta, en fondos
de emociones, y anhelosa emerge
de límpidas motivaciones.

Sueña con amores efímeros
y amores por siempre.
Afila agonizantes sospechas
recorre crecidos torrentes.
Confiere sombríos resplandores
y suplica a fugaces estrellas
que se deleitaron de ser sinceras.

Sucumbe con las flores más bellas
y las prolonga de visiones etéreas.
Arrodillada medita a febea en lo eterno
y titubea sí su coquetería no es verdadera.

Refugia en sus letras a la soledad más lejana
a los corazones sollozos, encanta a mancebos
y los grabita haciéndolos inmortales.

La poesía cura, si sangras;
Anestesia, si duele
En su lectura se pierde;
En la esperanza resuelve
Y en aceite te consiente.

Es difícil describirle, porque sus párpados
Me ciegan cuando me cubre de sus ojos.

® PD:PO

10 comentarios:

Ambrosía ignota dijo...

Este es un comentario rapeado, por lo tanto léanlo cantado jaja

Le canto a la poesía, si quieren saber este poema lo escribí hace años en mi PC, porque pertenezco a los que escriben con las letras al margen del papel. También puedo hacer catarsis al estilo calle 13 y decir que un montón de artistas deben estar presos, entre ellos, Paulo Cohelo, que vende sus libros a través del marketing y por eso tiene mucho dinero
yyyy se me terminó la rimaaaaaaa.

Bien, podría seguir rapeando, pero ya no quiero jajaja. Lunes 21 de marzo, equinoccio y el día internacional de la poesía [debo confesar hasta este año supe que había está celebración jo-jo-jo]

todo lo mejor a los bloguer@s.

¿tendremos un día internacional?

Pluma Roja dijo...

Felicitaciones por tu poema. Muy bueno.

Saludos cordiales.

Ambrosía ignota dijo...

TÍA EN DIFICULTADES

¿Por qué tendremos una tía tan temerosa de caerse de espaldas? Hace años que la familia lucha para curarla de su obsesión, pero ha llegado la hora de confesar nuestro fracaso. Por más que hagamos, tía tiene miedo de caerse de espaldas; y su inocente manía nos afecta a todos, empezando por mi padre, que fraternalmente la acompaña a cualquier parte y va mirando el piso para que tía pueda caminar sin preocupaciones, mientras mi madre se esmera en barrer el patio varias veces al día, mis hermanas recogen las pelotas de tenis con que se divierten inocentemente en la terraza y mis primos borran toda huella imputable a los perros, gatos, tortugas y gallinas que proliferan en casa. Pero no sirve de nada, tía sólo se resuelve a cruzar las habitaciones después de un largo titubeo, interminables observaciones oculares y palabras destempladas a todo chico que ande por ahí en ese momento. Después se pone en marcha, apoyando primero un pie y moviéndolo como un boxeador en el cajón de resina, después el otro, trasladando el cuerpo en un desplazamiento que en nuestra infancia nos parecía majestuoso, y tardando varios minutos para ir de una puerta a otra. Es algo horrible.

Varias veces la familia ha procurado que mi tía explicara con alguna coherencia su temor a caerse de espaldas. En una ocasión fue recibida con un silencio que se hubiera podido cortar con guadaña; pero una noche, después de un vasito de hesperidina, tía condescendió a insinuar que si se caía de espaldas no podría volver a levantarse. A la elemental observación de que treinta y dos miembros de la familia estaban dispuestos a acudir en su auxilio, respondió con una mirada lánguida y dos palabras: «Lo mismo». Días después mi hermano el mayor me llamó por la noche a la cocina y me mostró una cucaracha caída de espaldas debajo de la pileta. Sin decirnos nada asistimos a su vana y larga lucha por enderezarse, mientras otras cucarachas, venciendo la intimidación de la luz, circulaban por el piso y pasaban rozando a la que yacia en posición decúbito dorsal. Nos fuimos a la cama con una marcada melancolía, y por una razón u otra nadie volvió a interrogar a tía; nos limitamos a aliviar en lo posible su miedo, acompañarla a todas partes, darle el brazo y comprarle cantidad de zapatos con suelas antideslizantes y otros dispositivos estabilizadores. La vida siguió así, y no era peor que otras vidas.

Autor: Cortázar

Ambrosía ignota dijo...

Io cerco qualcosa di più semplice


A veces me asombra tener asombro, y por lo regular ando en la jungla urbana. Hace unas horas me tocó vivir algo agradable, tuve la oportunidad de declamar frente a mucha gente, lo e hecho tan pocas veces, que recuerdo cada detalle.

Dentro de mi sé que no es egocentrismo, porque por lo regular soy más callado que parlanchín, soy más bien sociable. El caso fue que me sentí bien, es una sensación extraña, controlo y no controlo la situación.

El Domingo fui al cine y no entendía los diálogos, entonces me inventé uno a partir de ver la trama. No sé, pero me gusta ir como con ojos cerrados en la vida, sin rumbo y cuando suelo hacerlo así, me va mucho mejor.

Me dieron ganas de ver el film Amelie por vigésima cuarta vez.

Hoy me escribo para para recordar este momento en otro tiempo, que quizá sea para leerme cuando tenga muchas años. Por lo pronto me gusta estar en mi cama y leer lo primero que vea.

Ambrosía ignota dijo...

La foto salió movida

Un cronopio va a abrir la puerta de calle, y al meter la mano en el bolsillo para sacar la llave lo que saca es una caja de fósforos, entonces este cronopio se aflige mucho y empieza a pensar que si en vez de la llave encuentra los fósforos, sería horrible que el mundo se hubiera desplazado de golpe, y a lo mejor si los fósforos estan donde la llave, puede suceder que encuentre la billetera llena de fósforos, y la azucarera llena de dinero, y el piano lleno de azúcar, y la guía del teléfono llena de música, y el ropero lleno de abonados, y la cama llena de trajes, y los floreros llenos de sábanas, y los tranvías llenos de rosas, y los campos llenos de tranvías. Así es que este cronopio se aflige horriblenrente y corre a mirarse al espejo, pero como el espejo esta algo ladeado lo que ve es el paraguero del zaguán, y sus presunciones se confirman y estalla en sollozos, cae de rodillas y junta sus manecitas no sabe para que. Los famas vecinos acuden a consolarlo, y tambien las esperanzas, pero pasan horas antes de que el cronopio salga de su desesperación y acepte una taza de té, que mira y examina mucho antes de beber, no vaya a pasar que en vez de una taza de té sea un hormiguero o un libro de Samuel Smiles.

Autor: Cortázar

Ambrosía ignota dijo...

En cuanto haya tiempo que respire, no hay nada más fuerte que lo encontrado / Qué la paciencia que sonríe, sin vestigios como el alma mira.

Ambrosía ignota dijo...

estoy escuchando la entrevista que le hacen a Antonio Skármeta, él es autor de "Baile de la victoria" y "El cartero" donde habla de la vida de Neruda en Italia, "la bodad el poeta y varias novelas más.

El audio está acá http://www.clubcultura.com/clubliteratura/clubescritores/skarmeta/fondo_radio.htm por si alguien desea oir.

Buena noche Pd:PO

Tatiana Aguilera dijo...

Buen escrito amigo. Veo que estás muy intenso y ávido de lecturas e inquietudes.
Un abrazo.

Melody Paz dijo...

Ayyyy Alejosoooo, no tengo miedo de caerme de espaldas tantas veces lo he echo y es solo un dolor cosquilleante pero sin vergüenza, en fin así resulto ser para mí.
A lo mejor es porque cuando era muy muy pequeña (bebé) mi madre suele contar que me agarró culebrilla (se te dibuja como una serpiente en la espalda)y será que eso me amortiguó los golpes.

También amo cerrar los ojos suavecitos y durante un rato mantenerlos así, escuchando la voz de la vida desde otra perspectiva, la que no estamos acostumbrados y hay que ver de cosas que ella te dice al oído!!!
Luego los abró de golpe, para ver como el mundo luce distinto, muy cambiado de como lo deje antes de bajar los parpádos.

Felicidades por el día de ayer mi poeta!! Y a mi tus letras ya sean propias o las que adoptas y nos regalas en tus coments llenan mi espacio y hacen que estas alitas que no se ven, batan más rápido.

Cada día más..
PD: Y donde hablaste? Del trabajo? o de la poesía? Me imagino!! debes haber sido genial!!
Cuentáme aquí o en mi casita, sabes que es tuya.
Luego retorno a leer lo del Cronopio que me falto
muahhhhhhhkkk

Ambrosía ignota dijo...

Meldoy
Qué bueno saber que no te da miedo caer de espaldas, eso habla de una persona fuerte, todo esto referente al cuento de Cortázar. Te envidio por eso.

He descubierto varias etapas de la vida y me sigo quedando con una sola… Te diré todo esto de subir entradas a mi blog y de ir y de comentarlos, es una forma de obviar el tiempo, creo que este tiempo, sólo lo estoy disipando, esperando el momento de hacer eso que está en mi mente, me estoy preparando para que todo sea por siempre, en cuanto amor. Y en cuanto a la experiencia, los años que pueden pasar, y nada, nada sirve, igual duele caer de espaldas.

Yo tengo miedo de caer de espaldas, pero las veces que caído, están mis amistades y digamos que sigo siendo una persona normal. Aunque debo decir, actualmente la sociedad pide personas normales y todo el entorno es anormal ¡vaya paradoja! En fin, ahora tengo frío y únicamente espero que pase el tiempo, que todo pueda ser mejor. Sin en ella, el amor de mi vida, me siento tan triste. Tengo muchas cosas buenas que me están pasando y una de ellas fue partir de esa tierra que me vio nacer y tengo eso que quería y a la vez no tengo nada.

Me tocó leer unos poemas por parte de una entidad sueca y disfrute hacerlo, muchos no me entendían y yo tampoco a ellos, pero ha sido una experiencia bella, significativa. Estoy viviendo sin hacerlo, estoy moviéndome sin sentirlo, quizá me arrepienta, quizá nunca, pero deseo ser esa estadística que logra todo, sobre todo al trascender con una mujer, lo demás poco me importa, esa historia ya la forjado, y no es que me crea autosuficiente.

Gracias por acompañarme en estos tiempos y gracias por dejarme expresar en tu blog, me ha hecho mucho bien, porque cada vez tengo tanto frío de llegar al departamento y sólo me dan ganas de llorar todo el tiempo.

Voy a cursos y visito tu blog al volver, abrazoT