jueves, 3 de marzo de 2011

Historia en Albornoz

Abiel reiteradamente espera los lunes sin consentirlo, dado que el fin de semana es más agotado que el mismo trabajo. Como era de esperarse Xavier, Wener y Paulo  le preguntaron qué sucedía esos días y porque la ironía del saludarlos hoy martes. La respuesta vino luego de sentirse indispuesto al lavar su ropa de cama, ya que 72 horas antes había visto entretención en su apartamento según les platico parcamente.

También sucedió que el viernes, tres días antes de su inestable ánimo, había pensado que sería mejor no llamar a la acompañante a su habitación. Pero Hanna pensó que era mejor llegar antes que Abiel. Siendo sábado él se mantenía estresado de los 5 días anteriores de la semana. Así que ella se duchó y considero necesario esperarlo ya que era su primera vez No enamorada.

Por cierto Wener reveló que 4 días antes vio a Hanna comprando zapatos y lencería. Platicaron un rato y le contó que Xavier su esposo estaba emocionado por un ascenso laboral y tenía pensado esperarlo ese día en su hogar. Cuando Werner decidió confesarle a Paulo lo anterior fue porque que sospechaba claramente de la infidelidad de él y de Abiel.

El lunes, 5 días antes de lo sucedido, Abiel habló con Xavier de los planes que tendría el sábado. Enterado de lo anterior Paulo entendió realmente que tenía Abiel. Como no lo compareció del todo, su inconsistente ánimo comprendió más de lo que tenía previsto.  Miró a Paulo y movió la ceja como aceptación y claramente no le creyó nada.  

Ya casi terminando la charla del martes a Paulo lo traicionó la razón y llegó al apartamento de Abiel a preguntarle qué parte de estar con Hanna no le había gustado. Lo cuestionó como si supiera la verdad y le respondió abruptamente: A: Hanna llegó a la hora que acordó. B. La mucama es él mismo. C: Lo vio salir con Hanna de su apartamento dos horas antes que finalizada el sábado. D: comprará una película de Disney para terminar en ella feliz el próximo sábado.

Abiel, antes de cerrarle la puerta en la cara a Paulo, le dio la mano con ironía. Luego se quedó pensando en Xavier y desconfiado se imaginó a Werner y a Hanna juntos.

The End 



















[Todos juntos y con el cuidado de no verse indispuestos]

1 comentario:

Eva Magallanes dijo...

Hola Ambrosía, un gusto saber de ti!... bueno, una historia de enredos emocionales escrita con la distancia de un narrador acostumbrado a las vicisitudes, complejidades, contradicciones, pasiones y traiciones humanas.
Mi abrazo fraterno, siempre!