lunes, 14 de septiembre de 2009

Caminando al azar










Tengo un gato que profetiza por la azotea.

Ronda, lleva consigo el aislamiento sin ser

correspondido, equilibrando una equívoca

tregua que no me deja morir, confusamente

camina en el tejado y espera por mí.


Me lleva, me cuestiona horas, me conmuevo

y me dejo ir, contonea y sin miedo postro en sus

ojos, hasta que logra no irse sin mí melancolía. Deja

golpes toc toc toc en la azotea, él seso de caminar.

La luz enmudeció, murmurando su olvidado miau, miau miau. Días atras capturé su sonido y tardo para devolverme la noche sola sin sus patitas incanzables. Arrullándomé, decidió caminar al azar, ya no soy de él, fuí de él.

Justificación: Siempre me justifico por educación clásica, como todos, soy una persona no menos normal. Recuerdo que en una ocasión me hicieron una pregunta y todo era porque, porque, el porque, lo anterior me paso en un país donde yo no nací. Luego de la pregunta no supe que decir, más que justificar mi forma de ser. En memoria de mi mascota que se perdió y mis avatares, desde ese día vivo de forma inconclusa esperando respuestas sin ser correspondido, caminando por el mundo un tanto al azar, en fin metaforizando los andes sí es posible para lograr justificarlo.

No hay comentarios: