En contadas ocasiones se recibir con negación la confusión que me provoca un ser sensible dentro de mis emociones en cuanto a controlar cada visión que tengo de él. Lo evoco, porque considero inconcluso volver a coordinar aquel hecho que me ha remetido contra el movimiento sugerente, expresionismo sujeto a la amorfa y manejable de muchos de mis fantasmas, reflejo de las cobardes, pero sinceras voces de Santiago cerca de mí.
Sino fuera que tiene nombre, diría yo que me provoca escuchar el sonido grave de cuando toma un sorbo de su copa y se dirige a mi con la complejidad de sus palabras, entonando una frase que me deje apreciarlo en cada cenáculo donde convenimos hablar de su vida, mujeres y yo de las mías. Muchas de mis inhibiciones son una cárcel y un bucle enfurecido lleno de consolaciones y arremetidas a un vociferado esperando el día por más que el mismo se dificulte. Recibir su llamado in medio de la noche me fascina. -Lo vivido por Martino es mayor que la confusión y desesperación que causa para ciertas mentes intocables - No es que crea que tengo el solsticio conmigo y la verdad asegurada en dos partes del año, pero fuera de la moral y prejuicios que la mayoría conocemos, gozo compartir con él y tenerlo cerca. Mientras tanto el lago se envuelve en si mismo, olas y olas debido al extenso horizonte, suele ser refrescante por la brisas que le llegan de frente, Martino esta convencido. Sé que es cierto lo que manifiesto cuando logro vencer tantas cadenas que arrastro sin sentido y logro expropiar otras más que jamás había entendido.
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